La esponja de konjac puede usarse a diario y hasta 2 veces al día. Puedes usar la esponja sola, con jabón o con tu producto limpiador habitual.
Humedece la esponja con abundante agua templada o déjala en remojo durante 2 minutos. Masajea tu rostro en forma de círculos durante unos minutos. Al acabar, aclara muy bien la esponja, escúrrela sin retorcerla y déjala secar en un lugar ventilado, si puede ser colgada del cordel que trae.
Si tienes la piel muy sensible empieza usando la esponja de manera muy suave.
Si estás maquillada es mejor que te desmaquilles primero para que la esponja no se ensucie tanto y te dure más tiempo.
Periódicamente podemos desinfectar la esponja en agua hirviendo durante un par de minutos. Una vez se enfría, escúrrela bien y déjala secar en un lugar ventilado.
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